La persona correcta

Es increíble como las personas influyen en nuestras vidas.

Cambiamos de aspecto, la forma de expresarnos, cambiamos de hábitos, de gustos, cambia nuestra forma de ver la vida, cambia nuestra música favorita, los libros, las películas, preferencias, intereses y objetivos. Una persona en nuestra vida puede aportar tantas cosas buenas como malas. Y es que es increíble lo ajeno que somos para con nosotros mismos. ¿Por qué? La mayor parte del tiempo no decidimos por voluntad propia. Se dice de “libertad” el poder de elegir sin que influya una sola persona en esta vida o en la otra. Pero eso no es libertad. El ser humano necesita y desea permanecer anclado a otras personas (independientemente de diferencias o dificultades) y goza y disfruta de esos cambios que le provoca. Sea malo o bueno. La persona correcta puede sacar lo mejor de nosotros; lo más brillante, lo correcto. De ser lo contrario, lo peor, lo oscuro, lo existencial. La persona correcta es el futuro. Lo demás es el pasado.